jueves, 9 de octubre de 2008

El cine documental en América latina


A principios de la década de los cincuenta, se comienza a desarrollar en América Latina una cultura cinematográfica.

A comienzos de la guerra fría, en los años cincuenta América latina conoció una parte de los mejores documentales del mundo.

Diferentes grupos de izquierdista y católico progresista participan en la creación de cine clubes, cinematecas, revistas especializadas en la que participan varios artistas e intelectuales.

A finales de los cincuenta y principios de la sesenta ya hay conformadas varias revistas especializadas, cineclubes, cinematecas, se celebran congresos de cine, festivales y ciclos de cine documental y experimental, hay estudios cinematográficos de distinto rango en la universidad y de crean algunas escuelas de cine.

El primer movimiento más influyo es el neorrealismo italiano, también influye la escuela documental británica de John Grierson y Robert Flaherty ; otro referente son las películas realistas mexicanas.

La renovación de los nuevos cines en América latina se ubica en un contexto de transformaciones y convulsiones políticas, la cultura cinematográfica de un cine propio, la influencia de los nuevos cines principalmente europeos, las decenas de cineastas formados en diferentes escuelas de otros países y la consideración artística y militante del cine.

Los autores más importantes son los brasileños Glauber Rocha, Nelson Pereira dos Santos y Ruy Guerra; Santiago Álvarez, Tomás Gutiérrez Alea y Humberto Solás, de Cuba; los argentinos Fernando Birri y Fernando Solanas; Miguel Littin y Raúl Ruiz, de Chile; y el boliviano Jorge Sanginés.

La periodización se da en las décadas de los sesenta y setenta, en donde el cine documental era utilizado cono una forma de hacer crítica social, en muchos de estos países las dictaduras militares limitaron la libertad de expresión y muchos cineastas fueron exiliados, pero en la mayoría de los países en Latinoamérica se abogaba por un cine anticolonialista y revolucionario; algunos de los cineastas sin embargo se arriesgaban a hacer sus películas de crítica social que fueron apoyadas algunas por países europeos, uno de los movimientos que se generaron fue el del cine militante, que era una especie de documentales en los que se pretendía mostrar los hechos sociales, culturales y políticos intentado crear un orden social que acabara con el imperialismo económico y cultural y que se contribuyera a la independencia de estos países, interpretando al espectador y haciéndolo participe de sus propuestas.

Los documentales en esta época son fundados por el neorrealismo italiano y el documentalismo británico, entonces se buscaba generar una estética propia que se antepusiera a el cine de países industrializados por lo que se genera una diversidad de géneros como: el melodrama de tipo social, la inspiración en la literatura oral popular y los clásicos literarios; los filmes – encuesta, el documental militante, antropológico e indigenista; las películas históricas de tipo didáctico; el ensayo cinematográfico donde queda difusa la frontera entre documental y ficción; el barroquismo, el tropicalismo, la experimentación del cine Novo, entre otros.

El documental además de ser una fuente artística representa la conciencia crítica de una sociedad. Representa el análisis histórico, geográfico, ecológico, social, científico, artístico, ensayístico y político de una sociedad.

En la década de los 80´S y 90´S el género se desapareció y se perdió todo tipo de contacto con las fuentes independientes en Europa, EEUU y Canadá, debilitadas por Hollywood y las teleseries norteamericanas.

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